miércoles, 6 de abril de 2011

TRES SANTAS EN UN CUERPO



 

Esta vez les quiero mostrar como partiendo de un cuerpo base se pueden realizar distintas imágenes religiosas. En este caso hice a Santa Bernadette Soubirous (la vidente de la Virgen de Lourdes), Santa Teresita del Niño Jesús y Santa Margarita María de Alacoque (la vidente del Sagrado Corazón de Jesús). Antes que nada hay que buscar muy buenas imágenes de ellas para hacerlas lo más fiel posible. Las  he realizado con la técnica de telas encoladas, masillas epoxídicas y tallado sobre yeso betalfa . ¿Cómo se hace? te lo cuento ahora:
1)    Se comienza con la cabeza y las manos. Ideando la ropa (para esto es preciso revisar fotos o estampas para que sea más real) y las actitudes de la imagen (esto lleva bastante tiempo).

2)    Se van perfilando todos los detalles que se le quieren hacer (ubicación de las manos, de los pies, manto, etc.).

3)    Se talla muy bien toda la base y se le pasa goma laca para sellar poros además ayuda a que en el momento del fijado de las telas no se formen grumos con el polvo del lijado.      

4)    Se pinta la base imitando un suelo de piedras, madera, mármol, etc y se le da varias manos de barniz. Se la protege con papel adherente para que no se ensucie.



5)    Se diagrama la vestimenta de cada una de ellas en tela de algodón o lino (NO SINTÉTICO) y se le pasa una mezcla de cola de carpintero, tiza, enduído y colorantes. Por lo menos 2 mano.

6)    Dejar secar muy bien entre tela y tela, lo mismo cuando se pinta, DEJAR SECAR MUY BIEN ENTRE MANO Y MANO.

7)    Sacar el papel adherente de la base y seguir decorando con otros detalles (aureola, rosario, etc.).

8)    Retocar con pigmentos al tono las marquitas que hubiéramos dejado y todo el perfilado es retocado con dorado y otros colores para crear sombras.

 

Ahora entenderán el por qué del título “TRES SANTAS EN UN CUERPO” y podríamos haber ampliado el número. Todo es cuestión de MUCHA PACIENCIA y de no desesperar, porque ya habrán visto que al comienzo “todo parece feo y burdo” pero la realidad es que al final se convierte en una pieza única, artesanal y de muy buen gusto.

 

viernes, 1 de abril de 2011

SAN JOSÉ

        Antes                                   Después


 El trabajo que me dio esta imagen!!!! Pero valió la pena. Fue traída desde Uruguay, y es de origen español del 1930-40 aproximadamente. Su estado era bastante bueno, en lo que a partes se refiere (no había muchos faltantes). Por suerte no la pintaron, que es el gran peligro que se corre cuando personas no especializadas las quieren arreglar.

Los pasos que se siguieron fueron los siguientes:

1)    Completar con masilla epoxídica los faltantes de la imagen (dedos, cabeza, pies, etc.

2)    Anotar las gamas de colores que le queremos dar y ver que sean armónicos.

3)    Lijar muy bien la pieza para evitar que queden restos de pinturas y esto forme sobre relieves. Aplicarle 2 manos de goma laca.


4)    Comenzar a pintar con goma laca y pigmentos naturales la pieza.


5)    Retocar las zonas límites (aquellas que terminan en una parte de la vestimenta y comienza la otra ropa).


6)    Por lo menos 2 manos de barniz semimate.

El Bendito San José!!! Personaje bíblico misterioso y de un amor sin límites. Te cuento algo sobre él:

A San José, Dios le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María y custodio de la Sagrada Familia. Es por eso el santo que más cerca esta de Jesús y de la Santísima Virgen María.

Nuestro Señor fue llamado "hijo de José" (Juan 1:45; 6:42; Lucas 4:22) el carpintero (Mateo 12:55).

No era padre natural de Jesús (quién fue engendrado en el vientre virginal de la Santísima. Virgen María por obra del Espíritu Santo y es Hijo de Dios), pero José lo adoptó y Jesús se sometió a él como un buen hijo ante su padre. ¡Cuánto influenció José en el desarrollo humano del niño Jesús! ¡Qué perfecta unión existió en su ejemplar matrimonio con María!

San José es llamado el "Santo del silencio" No conocemos palabras expresadas por él, tan solo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. José fue "santo" desde antes de los desposorios. Un "escogido" de Dios. Desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.

Las principales fuentes de información sobre la vida de San José son los primeros capítulos del evangelio de Mateo y de Lucas. Son al mismo tiempo las únicas fuentes seguras por ser parte de la Revelación. 

San Mateo (1:16) llama a San José el hijo de Jacob; según San Lucas (3:23), su padre era Heli.  Probablemente nació en Belén, la ciudad de David del que era descendiente. Pero al comienzo de la historia de los Evangelios (poco antes de la Anunciación), San José vivía en Nazaret.

Según San Mateo 13:55 y Marcos 6:3, San José era un "tekton". La palabra significa en particular que era carpintero. San Justino lo confirma (Dial. cum Tryph., lxxxviii, en P. G., VI, 688), y la tradición ha aceptado esta interpretación.

Si el matrimonio de San José con la Santísima Virgen ocurrió antes o después de la Encarnación aun es discutido por los exegetas. La mayoría de los comentadores, siguiendo a Santo Tomás, opinan que en la Anunciación, la Virgen María estaba solo prometida a José.  Santo Tomás observa que esta interpretación encaja mejor con los datos bíblicos.

Los hombres por lo general se casaban muy jóvenes y San José tendría quizás de 18 a 20 años de edad cuando se desposó con María. Era un joven justo, casto, honesto, humilde carpintero...ejemplo para todos nosotros.

La literatura apócrifa, (especialmente el "Evangelio de Santiago", el "Pseudo Mateo" y el "Evangelio de la Natividad de la Virgen María", "La Historia de San José el Carpintero", y la "Vida de la Virgen y la Muerte de San José) provee muchos detalles pero estos libros no están dentro del canon de las Sagradas Escrituras y no son confiables.

Amor virginal

Algunos libros apócrifos cuentan que San José era un viudo de noventa años de edad cuando se casó con la Santísima Virgen María quien tendría entre 12 a 14 años. Estas historias no tienen validez y San Jerónimo las  llama "sueños". Sin embargo han dado pie a muchas representaciones artísticas. 

La razón de pretender un San José tan mayor quizás responde a la dificultad de una relación virginal entre dos jóvenes esposos. Esta dificultad responde a la naturaleza caída, pero se vence con la gracia de Dios. Ambos recibieron extraordinarias gracias a las que siempre supieron corresponder. En la relación esposal de San José y la Virgen María tenemos un ejemplo para todo matrimonio. 

Nos enseña que el fundamento de la unión conyugal está en la comunión de corazones en el amor divino. Para los esposos, la unión de cuerpos debe ser una expresión de ese amor y por ende un don de Dios.  San José y María Santísima, sin embargo, permanecieron vírgenes por razón de su privilegiada misión en relación a Jesús.  

La virginidad, como donación total a Dios, nunca es una carencia; abre las puertas para comunicar el amor divino en la forma más pura y sublime. Dios habitaba siempre en aquellos corazones puros y ellos compartían entre sí los frutos del amor que recibían de Dios.

El matrimonio fue auténtico, pero al mismo tiempo, según San Agustín y otros, los esposos tenían la intención de permanecer en el estado virginal. (cf.St. Aug., "De cons. Evang.", II, i in P.L. XXXIV, 1071-72; "Cont. Julian.", V, xii, 45 in P.L.. XLIV, 810; St. Thomas, III:28; III:29:2).

Pronto la fe de San José fue probada con el misterioso embarazo de María. No conociendo el misterio de la Encarnación y no queriendo exponerla al repudio y su posible condena a lapidación, pensaba retirarse cuando el ángel del Señor se le apareció en sueño:

"Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Despertado José del sueño, hizo como el Angel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer." (Mat. 1:19-20, 24).

Unos meses más tarde, llegó el momento para S. José y  María de partir hacia Belén para apadrinarse según el decreto de Cesar Augustus. Esto vino en muy difícil momento ya que ella estaba en cinta. (cf. Lucas 2:1-7).


En Belén tuvo que sufrir con La Virgen la carencia de albergue hasta tener que tomar refugio en un establo. Allí nació el hijo de la Virgen. El atendía a los dos como si fuese el verdadero padre. Cuál sería su estado de admiración a la llegada de los pastores, los ángeles y más tarde los magos de Oriente. Referente a la Presentación de Jesús en el Templo, San Lucas nos dice: "Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él".(Lucas 2:33).

Después de la visita de los magos de Oriente, Herodes el tirano, lleno de envidia y obsesionado con su poder, quiso matar al niño. San José escuchó el mensaje de Dios transmitido por un ángel: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» Mateo 2:13.  San José obedeció y tomo responsabilidad por la familia que Dios le había confiado.

San José tuvo que vivir unos años con la Virgen y el Niño en el exilio de Egipto.   Esto representaba dificultades muy grandes: la Sagrada familia, siendo extranjera, no hablaba el idioma, no tenían el apoyo de familiares o amigos, serían víctimas de prejuicios, dificultades para encontrar empleo y la consecuente pobreza. San José aceptó todo eso por amor sin exigir nada. 


Una vez más por medio del ángel del Señor, supo de la muerte de Herodes: "«Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.»  El se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel.  Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea". Mateo 2:22.

Fue así que la Sagrada Familia regresó a Nazaret. Desde entonces el único evento que conocemos relacionado con San José es la "pérdida" de Jesús al regreso de la anual peregrinación a Jerusalén (cf. Lucas 2, 42-51).  San José y la Virgen lo buscaban por tres angustiosos días hasta encontrarlo en el Templo.  Dios quiso que este santo varón nos diera ejemplo de humildad en la vida escondida de su sagrada familia y su taller de carpintería.

Lo más probable es que San José haya muerto antes del comienzo de la vida pública de Jesús ya que no estaba presente en las bodas de Canaá ni se habla más de él. De estar vivo, San José hubiese estado sin duda al pie de la Cruz con María. La entrega que hace Jesús de su Madre a San Juan da también a entender que ya San José estaba muerto.

Según San Epifanius, San José murió en sus 90 años y la Venerable Bede dice que fue enterrado en el Valle de Josafat. Pero estas historias son dudosas. 

SAN FRANCISCO JAVIER

 

Esta imagen es una copia de un original que me prestaron. Tuve que hacer a las apuradas la copia en caucho de siliconas ya que la reparación la precisaban muy rápido (habrán podido ver que no tenía la mano izquierda). El trabajo era reparar este faltante y pintura. Pero aprovecho a contarles el comienzo de una pieza de yeso betalfa hasta su final. Manos a la obra, acá describo los pasos:

1) Una vez obtenida la copia en yeso betalfa (es un yeso cerámico) hay que dejar secar muy bien, se puede acelerar este proceso poniendo la pieza en algún horno.

2) Lo primero que se hace es ponerle los ojos. Para ello se corta la cabeza con una cierra, “es lo que se llama máscara”. Una vez obtenida se empiezan a calar los orificios orbitales, hasta la medida del ojo de vidrio que le vayamos a poner. Se pone la máscara ya con ojos y se rellena la cabeza, por fuera vamos haciendo nuevamente los cabellos y rellenamos las partes faltantes de la cara, nariz, orejas, etc.

  

3) Reparar y reponer partes de la imagen dañadas o faltantes (manos, dedos, pies, etc.), en este caso la mano izquierda.


4) Lijar todo muy bien con lijas de granos finos. Esta tarea puede llevar algunos días.

5) Se le pasa goma laca incolora para sellar poros, por lo menos 3 manos.

6) Con masilla epoxídica se le hacen algunos detalles para resaltar más la imagen. En este caso, la estola y la guarda de la sobrepelliz. Es momento de ver cómo queremos que esté al final, la pose, en este caso le tengo que poner una cruz en madera, por eso veo la ubicación de la misma y el giro de la mano, para que quede armónico.


 

7) Se comienza pintando la base, en este caso imitación mármol marrón con toques de verde (ya que es una imagen bastante oscura en su parte inferior.


8) Como les digo siempre lo más lindo es “pintar” y llegó ese momento. Varios recipientes con goma laca y los pigmentos naturales siempre a mano. La pintura se prepara de a poco ya que seca muy rápido y no es cuestión de desperdiciar los pigmentos. Recordar que algunos colores se forman por la superposición de colores más claros. Si se crea un color, no olviden de anotar sus proporciones, de lo contrario tardarán mucho en volver a conseguirlo, o lo que es peor deberán cambiar el color. Por cada color un mínimo de 4 ó 5 manos. Recomiendo empezar por los colores más claros.

 

9) Una vez lista la pintura, vienen los retoques. Si se quiere se pone aureola, en este caso lleva una de bronce.


10) Cuando se pinta con pigmentos naturales puede obviarse el barniz final, aunque hay personas que igualmente le suelen pasar.

  

Te cuento un poco sobre la vida de este GRAN SANTO MISIONERO:


El Papa Pío X nombró a San Francisco Javier como Patrono de todos los misioneros porque fue si duda uno de los misioneros más grandes que han existido. Ha sido llamado: "El gigante de la historia de las misiones". La oración del día de su fiesta dice así: "Señor, tú has querido que varias naciones llegaran al conocimiento de la verdadera religión por medio de la predicación de San Francisco Javier...". Esto es un gran elogio. 


Empezó a ser misionero a los 35 años y murió de sólo 46. En once años recorrió la India (país inmenso), el Japón y varios países más. Su deseo de ir a Japón era tan grande que exclamaba: "si no consigo barco, iré nadando". Fue un verdadero héroe misional.

Francisco nació cerca de Pamplona (España) en el castillo de Javier, en el año 1506. Era de familia que había sido rica, pero que a causa de las guerras había venido a menos. Desde muy joven tenía grandes deseos de sobresalir y de triunfar en la vida, y era despierto y de excelentes cualidades para los estudios. Dios lo hará sobresalir pero en santidad.

Fue enviado a estudiar a la Universidad de París, y allá se encontró con San Ignacio de Loyola, el cual se le hizo muy amigo y empezó a repetirle la famosa frase de Jesucristo: "¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si se pierde a sí mismo?" Este pensamiento lo fue liberando de sus ambiciones mundanas y de sus deseos de orgullo y vanidad, y lo fue encaminando hacia la vida espiritual. Aquí se cumplió a la letra la frase del Libro del Eclesiástico: "Encontrar un buen amigo es como encontrarse un gran tesoro". La amistad con San Ignacio transformó por completo a Javier.

Francisco fue uno de los siete primeros religiosos con los cuales San Ignacio fundó la Compañía de Jesús o Comunidad de Padres Jesuitas. Ordenado Sacerdote colaboró con San Ignacio y sus compañeros en enseñar catecismo y predicar en Roma y otras ciudades.

El Sumo Pontífice pidió a San Ignacio que enviara algunos jesuitas a misionar en la India. Fueron destinados otros dos, pero la enfermedad les impidió marchar, y entonces el santo le pidió a Javier que se quisiera embarcar para tan remotas tierras. Él obedeció inmediatamente y emprendió el larguísimo viaje por el mar. En el barco aprovechó esas interminables semanas, para catequizar lo más posible a los marineros y viajeros. Con San Javier empezaron las misiones de los jesuitas.

Son impresionantes las distancias que Francisco Javier recorrió en la India, Indostán, Japón y otras naciones. A pie, solamente con el libro de oraciones, como único equipaje, enseñando, atendiendo enfermos, obrando curaciones admirables, bautizando gentes por centenares y millares, aprendiendo idiomas extraños, parecía no sentir cansancio. Por las noches, después de pasar todo el día evangelizando y atendiendo a cuanta persona le pedía su ayuda, llegaba junto al altar y de rodillas encomendaba a Dios la salvación de esas almas que le había encomendado. Si el sueño lo rendía, se acostaba un rato en el suelo junto al sagrario, y después de dormir unas horas, seguía su oración. De vez en cuando exclamaba: "Basta Señor: si me mandas tantos consuelos me vas a hacer morir de amor". Con razón su palabra tenía efectos fulminantes para convertir. Era que llegaba precedida de muchas oraciones y acompañada de costosos sacrificios. Algunas noches no era capaz de levantar su mano derecha. Tan cansada estaba de tanto bautizar a los que se habían convertido con sus predicaciones.

La gente lo consideraba un verdadero santo y le llevaban sus enfermos para que los bendijera. Cuando se conseguían curaciones milagrosas, él consideraba que esto se debía a otras causas y no a su santidad, o a su poder de intercesión,

Desde 1510 Goa era una ciudad portuguesa en la India. Y allá puso su centro de evangelización nuestro santo (en esa ciudad se conservan ahora sus restos). A los portugueses se les había olvidado que eran cristianos y lo único que les interesaba era enriquecerse y divertirse. Así que tuvo el misionero que dedicarse con todas sus fuerzas y su gran ascendiente a volver fervorosos otra vez a aquellos comerciantes sin conciencia y sin escrúpulos (él decía en una de sus cartas: "estoy aterrado de la variedad tan monstruosa de acciones que tienen estos hombres para poder robar").

Empezó a ganarse la buena voluntad de las gentes con su gran amabilidad (a uno de sus compañeros le escribía: "hágase amar y así logrará influir en ellos. Si emplea la amabilidad y el buen trato verá que consigue efectos admirables"). Estableció clases de catecismo para niños y adultos. Popularizó la costumbre de confesarse y comulgar. Enseñaba la religión por medio de hermosos cantos que los fieles repetían con verdadero gusto.

Por 13 veces consecutivas hizo larguísimos viajes por la nación enseñando la religión cristiana a esos paganos que nunca habían oído hablar de ella. Los de las clases altas (los brahamanes) no le hicieron caso, pero los de las clases populares se convertían por montones. En cada región dejaba catequistas para que siguieran instruyendo a la gente, y de vez en cuando les enviaba a algún jesuita para enfervorizarlos. Esas gentes nunca habían oído hablar de Jesucristo ni de sus maravillosas enseñanzas.

Francisco se esmeraba por asemejarse lo más posible a la vida pobre de las gentes que le escuchaban. Comía como ellos, simplemente arroz. En vez de bebidas finas sólo tomaba agua. Dormía en una pobre choza, en el suelo. Se ganaba la simpatía de los niños y a ellos les enseñaba las bellas historias de la S. Biblia, recomendándoles que cada uno las contara en su propia casa, y así el mensaje de nuestra religión llegaba a muchos sitios.

Visitó muchas islas y en cada una de ellas enseñó la religión cristiana. Sus viajes eran penosos y sumamente duros, pero escribía: "En medio de todas estas penalidades e incomodidades, siento una alegría tan grande y un gozo tan intenso que los consuelos recibidos no me dejan sentir el efecto de las duras condiciones materiales y de la guerra que me hacen los enemigos de la religión". Podría repetir la frase de San Pablo: "Sobreabundo en gozo en medio de mis tribulaciones".

Dispuso irse a misionar al Japón pero resultó que allá lo despreciaban porque vestía muy pobremente (y en cambio en la India lo veneraban por vestir como los pobres del pueblo). Entonces se dio cuenta de que en Japón era necesario vestir con cierta elegancia. Se vistió de embajador (y en realidad el rey de Portugal le había conferido el título de embajador) y así con toda la pompa y elegancia, acompañado de un buen grupo de servidores muy elegantes y con hermosos regalos se presentó ante el primer mandatario. Al verlo así, lo recibieron muy bien y le dieron permiso para evangelizar. Logró convertir bastantes japoneses, y se quedó maravillado de la buena voluntad de esas gentes.

Su gran anhelo era poder misionar y convertir a la gran nación china. Pero allá estaba prohibida la entrada a los blancos de Europa. Al fin consiguió que el capitán de un barco lo llevara a la isla desierta de San Cian, a 100 kilómetros de Hong – Kong, pero allí lo dejaron abandonado, y se enfermó y consumido por la fiebre, en un rancho tan maltrecho, que el viento entraba por todas partes, murió el tres de diciembre de 1552, pronunciando el nombre de Jesús. Tenía sólo 46 años. A su entierro no asistieron sino un catequista que lo asistía, un portugués y dos negros.

Cuando más tarde quisieron llevar sus restos a Goa, encontraron su cuerpo incorrupto (y así se conserva). Francisco Javier fue declarado santo por el Sumo Pontífice en 1622 (junto con Santa Teresa, San Ignacio, San Felipe y San Isidro).

Un Libro muy lindo para leer es el llamado: ORIENTE EN LLAMAS de Louis de Whol, de Edit. Palabra, colección Arcaduz. Muy Bueno de verdad.















IGLESIA LUGAR DE CULTO Y VENERACIÓN


Si bien es cierto de que DIOS ESTÁ EN TODAS PARTES, hasta entre las cacerolas con sus pucheros, decía Santa Teresa de Jesús, la gran doctora carmelita. Hay que reconocer que si se entra a una capilla, oratorio, iglesia o catedral y se la ve sobria, con detalles delicados, con buena iluminación y en silencio, uno se siente más atraído al diálogo con el Señor.

No en vano el Papa Benedicto XVI, exhorta cada vez más a vivir una liturgia verdadera, sin show ni luces psicodélicas, en iglesias recatadas y guardando las normas básicas del buen gusto, la tradición católica y el decoro.

Qué fantástico es entrar a algunos de estos lugares y sentirse como en casa, cómodo, alegre, rodeado de amistad, serenidad y paz. Cuánta alegría da al alma ese rato íntimo entre el Señor, la Virgen María nuestra Buena Madre o nuestros amigos los santos y poderles agradecer y pedir por nuestras necesidades y la de los demás. Qué gratificante es el silencio en estos benditos lugares y la soledad de algún rinconcito oculto que nos lleva a momentos de paz absoluta.

Por eso tenemos que respetar cada vez más estos lugares, no son sitios vulgares y por lo tanto merecen el mayor de los respetos.

Queridos amigos los invito a vivir esta experiencia, acérquense a sus parroquias o capillas y disfruten del diálogo con el BUEN DIOS que siempre nos está esperando y deseando que lo vayamos a ver. EL tiene mucho para regalarnos por eso abramos nuestros corazones y hablémosle con total franqueza. Dios los bendiga!!!!!.


MARÍA ROSA MÍSTICA

  

Acá te muestro también una imagen de yeso betalfa (yeso cerámico) que fué pintada íntegramente con pigmentos naturales. Los pasos que se siguieron fueron los siguientes:

1) Se pusieron los ojos en la estatua (ver San Francisco Javier en donde explico el proceso) y se taparon todos los cortes hechos con enduído plástico. Se pintó la base de color marrón imitando madera.
2) Muy buen lijado con lijas de 3 granos diferentes. Te recuerdo que siempre se lija con la más gruesa, luego se pasa a mediana y por último la más suave.
3) Dos manos de goma laca incolora para sellar poros y adherir pequeñas partículas sueltas.
4) Se pinta con goma laca y pigmentos naturales, 4 a 5 manos por cada color. Esta es muy sencilla porque predomina el blanco, pero te recuerdo que algunos colores se forman por la superposición de capas. Por eso hay que pensar muy bien antes de pintar.
5) Para darle una terminación más fina, entre capa y capa de pigmento una suave lijada fina.
6) Se barniza o no, eso queda a criterio de cada uno y en este caso se le puso una aureola de bronce lisa.

  

Te cuento un poco sobre esta aparición Mariana:

La Virgen María se aparece a una humilde enfermera llamada Pierina Gilli. Ella quiso consagrarse al Señor como hermana de la orden de las Siervas de la Caridad, sin poder lograrlo debido a los problemas que afectaban su salud: el Plan de Dios para Pierina indicaba que su vida debía ser la de un instrumento que recibiría a la Madre del Salvador.


Sin embargo, con anterioridad a María, Pierina recibió las apariciones de una Santa mujer, la fundadora de la orden a la que ella quiso ingresar, Santa María Crucificada de la Rosa. Ella preparó la venida de la Virgen: María finalmente se presentó durante 1944 en una primera oportunidad, mostrando tres espadas que atravesaban su Corazón.

 Las espadas representaban las heridas producidas por las faltas de las almas consagradas, sacerdotes y religiosas. Este mensaje indicó a las claras el sentido de toda la revelación que María nos iba a entregar a través de la humilde enfermera de Brescia.

Pero fue en la primavera italiana de 1947 en que la Virgen acentuó su presencia ante Pierina: allí se manifiesta con la conocida imagen de las Tres Rosas engarzadas en su pecho, y una actitud que de tan amorosa llena de amor a los corazones más fríos y alejados. María Rosa Mística es el nombre con el que la Virgen se manifiesta a Pierina, para alegría de quienes vemos en la Madre de Dios a nuestra guía y capitana:
¡Ella nos lleva a su Hijo, Jesús!

Los mensajes de la Virgen se centran a partir de entonces en la necesidad de ayudar a las almas consagradas, religiosas y sacerdotes, mediante la oración, el sacrificio y la penitencia, siendo estos los mensajes representados en las tres Rosas que María lleva en su imagen. El propósito de ésta misión es claro: Dios necesita a los que integran Su Cuerpo Místico con la función de ser pastores de las almas, y también a quienes con su oración sostienen espiritualmente a la Iglesia. El mundo no puede salvarse, si la iglesia no tiene en su interior a las fieles almas consagradas que muevan a los hombres a la conversión verdadera. ¡Ellos son las venas por los que corre la Sangre espiritual del Cuerpo Místico!

Pero sin dudas que la conocida imagen de la Rosa Mística ha sido el signo que ha caracterizado a ésta aparición: las miles de estatuas que inundaron el mundo han generado cientos de milagros, en la forma de lacrimaciones, lacrimaciones de Sangre, escarchas de colores, exudación de aceite perfumado y sanaciones de cuerpos y almas.

Todas estas Gracias han tenido un efecto maravilloso: la Rosa Mística se transforma rápidamente en una de las imágenes de María más difundidas en el mundo actual. La Reina del Cielo nos enamora profundamente, nos lleva a Su Corazón Inmaculado con la seguridad de quienes saben que tienen la protección de Dios.
¡María Rosa Mística, llena nuestro corazón de tu Gracia, mueve nuestras almas con suavidad y ternura, como lo hacías con tu Niño en Nazaret!

VIRGEN DE FÁTIMA


En este artículo les enseño algo de pintura. Ya he hablado bastante de la pintura casera (hecha con goma laca y pigmentos naturales). Para mí es la más interesante ya que deja a las piezas con un brillo y una textura insuperable. Pero hoy vamos a hablar un poco de los acrílicos, tan conocidos y comercializados. El beneficio que rinden es que secan muy rápido, se pueden mezclar perfectamente bien entre sí y hay una gama de colores comerciales impresionante.
Hay que tener mucho cuidado al pintar con ellos, más que nada para que no se noten las pinceladas, cosa que desmerece totalmente el trabajo. Por eso yo suelo pintar con un pincel y repasar con otro seco, para alisar y esparcir mejor el acrílico.
Si le voy a dar 2 ó 3 manos a cada color (es lo recomendable), le paso una lija muy finita y en forma muy suave, sin ejercer presión entre mano y mano.
MUY IMPORTANTE: la pieza a pintar debe estar lijada perfectamente bien y sin polvo (para ello la limpiamos bien y le pasamos goma laca). Como les dijo siempre es una tarea tediosa, pero de ella depende la calidad de la imagen. A tener MUCHA  paciencia!!!!!.
Una vez terminada la pieza se barniza, mínimo 2 manos.
Acá les muestro una imagen de la Santísima Virgen de Fátima hecha con acrílicos.


¿Conocen la historia de esta aparición?.  Les cuento algunos detalles:
Los hechos sucedieron entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. Lucía dos Santos, de diez años, y sus primos, Jacinta y Francisco Marto, de seis y nueve años respectivamente, relatan que sintieron como el reflejo de luz que se aproximaba y vieron a una Señora vestida de blanco surgir de una pequeña encina. 

Los niños aseguraron que se trataba de la Virgen María, la cual les pidió que regresaran al mismo sitio el 13 de cada mes durante seis meses. En posteriores retornos los niños fueron seguidos por miles de personas que se concentraban en el lugar para ser testigos de las apariciones. Con anterioridad a las apariciones marianas se había aparecido un ángel durante la primavera de 1916 en la cueva Loca do Cabeço. Francisco no escuchaba ni hablaba con la Señora; solo la veía.

Entre las recomendaciones, según los testimonios de los niños, la Virgen hizo hincapié en la importancia del rezo del Rosario para la conversión de los pecadores y del mundo entero. La Virgen María también habría pedido la construcción de una capilla en el lugar, capilla que fue el germen del actual santuario.

Se dice que la Virgen apareció otras cinco veces a lo largo del año 1917. En el tiempo en que sucedieron las apariciones, la Virgen, según testimonio de los videntes, realizó varias profecías y recomendaciones y entregó tres mensajes conocidos como Los tres secretos de Fátima.

Se afirma que tres mensajes fueron entregados por la Virgen María a Lucía, la mayor del grupo. El primer secreto, según Lucía, mostraba una visión del infierno, mientras que el segundo hablaba de cómo reconvertir el mundo a la Cristiandad. El texto del tercer misterio se mantuvo en secreto por muchos años y sólo fue revelado por el Papa Juan Pablo II el 26 de junio de 2000, precisamente en Fátima.

Interpretaciones de católicos afirman que el segundo misterio pronosticó la reconversión de Rusia (en esas mismas fechas se realizó la Revolución rusa que dio lugar al primer estado socialista de la historia) al Cristianismo. Y consideran que con la desintegración de la URSS en 1990 la profecía se ha cumplido. También se especula que en el tercer mensaje se profetizaba el atentado contra la vida del papa Juan Pablo II, que ocurrió el 13 de mayo de 1981 (64° aniversario de la primera aparición de Fátima).

Además, según creyentes, la Virgen María predijo el final de la Primera Guerra Mundial (la cual terminó al año siguiente) y la muerte prematura de Francisco y Jacinta. Francisco murió el 4 de abril de 1919 y Jacinta el 20 de febrero de 1920; ambos fueron luego beatificados por la Iglesia Católica.


El actual santuario, cuyo nombre completo es Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, recibe anualmente cuatro millones de peregrinos y en sus inmediaciones se han establecido más de 50 casas de religiosas femeninas y unas 15 congregaciones masculinas que incluyen un seminario.