miércoles, 1 de junio de 2011

VIRGEN SENTADA CON NIÑO JESÚS


Esta imagen de La Virgen María con el Niño Jesús la he realizado con la técnica de telas encoladas y masillas epoxídicas . Es la misma técnica que se ha utilizado para hacer otra imagen del Patriarca San José, Santa Teresita, Edith Stein, etcétera. Con esto les doy la pauta de las múltiples imágenes artesanales, e irrepetibles que se pueden hacer. ¿Cómo se hace? te lo cuento ahora por si no leíste los anteriores trabajos:
1)    Se comienza con la cabeza y las manos. Ideando la ropa (para esto es preciso ver estampas para que sea más real) y las actitudes de la imagen (esto lleva bastante tiempo).

2)    Se va pensando en todos los detalles que se le quieren hacer (ubicación de las manos, de los pies, manto, etc.).

3)    Se parte de un soporte (que puede ser de alambre, madera, plástico, cartón, telgopor, etc. Al que se le van marcando las partes del cuerpo. TENER EN CUENTA LAS PROPORCIONES!!!!!. En otro artículo te contaré sobre las proporciones corpóreas más comunes.

4)    En este caso la imagen va a llevar ojos de vidrio, por eso ya tenemos que ir dejando la cabeza lista para luego poderla ensamblar con la estructura del cuerpo.

5)    Se van añadiendo pequeñas almohadillas con algodón para darle volumen a las partes del cuerpo. Como es una mujer, le damos un poco menos a la caja torácica y a la espalda y más para las caderas. Se pinta la cara y las manos. Se añade la cabeza y se la fija con masilla epoxídica.


6)    Se pinta la base y las piedras que harán de asiento a la Virgen y se le da varias manos de barniz. Las piedras las pueden hacer con telgopor recubierto con yeso y enduído o bien con piedras reales rodeando al soporte, pero tener en cuenta que si se utiliza esta segunda opción, la imagen pesará bastante más al finalizarla. Se la protege con papel adherente para que no se ensucie.

7)    Se diagrama la vestimenta de la Virgen en tela de algodón o lino (NO SINTÉTICO) y se le pasa una mezcla de cola de carpintero, tiza, enduído y colorantes. Por lo menos 2 mano.

8)    Dejar secar muy bien entre tela y tela, lo mismo cuando se pinta, DEJAR SECAR MUY BIEN ENTRE MANO Y MANO.

9)    Se prepara el Niño Jesús, aparte. Ya que va a ir añadido al cuerpo de su madre. Para ello nos ayudamos con bastantes alfileres para ir sujetando las partes.



10) Lo adherimos muy bien al cuerpo y lo dejamos secar. Nos vamos a ayudar haciendo algún “andamio” con palitos, hilos, etc. Para que fragüe en el lugar correcto.

11) Sacar el papel adherente de la base y seguir decorando con otros detalles (aureola, cinturón, manto con cubre cabeza , etc.).



12) Retocar con pigmentos al tono las marquitas que hubiéramos dejado y todo el perfilado es retocado con dorado y otros colores para crear sombras.


Como les digo siempre, mucha paciencia, tranquilidad, nada de apurarse y comprobarán que hacer imágenes marianas es muy placentero y enriquece el alma. Mucha suerte y María nuestra Buena Madre los guíe.




SAN MARTÍN DE PORRES



Esta imagen de San Martín de Porres la he realizado con la técnica de telas encoladas, masillas epoxídicas y tallado sobre yeso betalfa . ¿Cómo se hace? te lo cuento ahora:
1)    Se comienza tallando una estructura (que hará de cuerpo) con yeso betalfa luego se sigue con la cabeza y las manos.

2)    Vamos ideando la ropa (para esto es preciso revisar fotos o estampas para que sea más real) y las actitudes de la imagen (esto lleva bastante tiempo).
3)    Se van perfilando todos los detalles que se le quieren hacer (ubicación de las manos, de los pies, manto, etc.) en este caso la ubicación de la escoba que va a llevar entre las manos.
4)    Se lija muy bien toda la pieza que hará de cuerpo y se le pasa goma laca para sellar poros además ayuda a que en el momento del fijado de las telas no se formen grumos con el polvo del lijado.
5)    Se pinta la base imitando un suelo de piedras grandes, pasto, mármol, madera, etc. lo que más nos guste y se le da varias manos de barniz. Se la protege con papel adherente para que no se ensucie.
6)    Se diagrama la vestimenta de este Santo patrono de América en tela de algodón o lino (NO SINTÉTICO) y se le pasa una mezcla de cola de carpintero, tiza, enduído y colorantes. Por lo menos 2 manos.





7)    Dejar secar muy bien entre tela y tela, lo mismo cuando se pinta, DEJAR SECAR MUY BIEN ENTRE MANO Y MANO.
8)    Sacar el papel adherente de la base y seguir decorando con otros detalles (aureola, rosario, etc.).



9)    Retocar con pigmentos al tono las marquitas que hubiéramos dejado y todo el perfilado es retocado con dorado y otros colores para crear sombras.


Te cuento un poco sobre la vida de este Santo peruano, ícono de la humildad y de la caridad:

SAN MARTÍN DE PORRES (1579-1639)

Su fiesta se celebra el 3 de Noviembre.

San Martín de Porres nació en Lima el año 1579. Era hijo de un hidalgo español, D. Juan de Porres, y de una muchacha mulata, Ana Velázquez. Martín fue bautizado en la iglesia de San Sebastián, en la misma pila bautismal en que siete años más tarde lo sería Santa Rosa de Lima.
Desde niño fue Martín muy generoso con los pobres, a los que daba parte del dinero cuando iba de compras. Su madre lo llevaba con frecuencia al templo. Su padre, gobernador de Panamá, le procuró una buena educación.
Martín aprendió el oficio de barbero, que incluía el de cirujano y la medicina general. Cumplía bien su oficio, sobre todo en favor de los pobres, y aprovechaba la ocasión para hablarles de Dios, y era tal su bondad que conmovía a todos. Por el día trabajaba. Por la noche se dedicaba a la oración.

A los quince años entró como terciario dominico en el convento del Rosario de Lima. Allí fue feliz, sirviendo con humildad y caridad a los de dentro y a los de fuera. Convirtió el convento en un hospital. Recogía enfermos y heridos por las calles, los cargaba sobre sus hombros y los acostaba en su propia cama. Los cuidaba y mimaba como una madre. Algunos religiosos protestaron, pues infringía la clausura y la paz. La caridad está por encima de la clausura, contestaba Martín. Sus rudimentarias medicinas, y más aún sus manos, obraban curaciones y milagros. Su caridad se extendía a los pobres animalitos que encontraba hambrientos y heridos.

Había muchos vagabundos por Lima. Buscó dinero y fundó el Asilo de Santa Cruz para niños y niñas. Allí les cuidaba y enseñaba una profesión.

Sus devociones preferidas eran: Cristo Crucificado, y en recuerdo de los sufrimientos de Cristo en la Cruz se daba tres disciplinas diarias. Jesús Sacramentado, y pasaba horas ante el Santísimo con frecuentes éxtasis. La Virgen María -sobre todo bajo la advocación del Rosario- con la que conversaba amorosamente. Y el ángel de la guarda, al que acudía con mucha frecuencia. Luchaba tenazmente contra el sueño en la oración.

Cuando la viruela empezó a causar estragos en Lima, la actividad y los cuidados de Martín se multiplicaron. A todas partes llevaba consuelo y remedio. Se cuenta que gozó del privilegio de la multilocación (estar en varios lugares a la vez), pues le veían curando y consolando simultáneamente en varios sitios. Todos acudían a él. Todos le tenían por santo. Era el ángel de Lima.

Aquel esfuerzo sobrehumano llegó a debilitarle peligrosamente. Cayó enfermo. Él sabía que no saldría de aquella enfermedad. Sufrió entonces muchos ataques del demonio, pero sintió el consuelo y compañía de la Virgen.

Cuando vio que se acercaba el momento feliz de ir de gozar de Dios, pidió a los religiosos que le rodeaban que entonasen el Credo. Mientras lo cantaban, entregó su alma a Dios. Era el 3 de noviembre de 1639.

Su muerte causó profunda conmoción en la ciudad. Había sido el hermano y enfermero de todos, singularmente de los más pobres. Todos se disputaban por conseguir alguna reliquia. Toda la ciudad le dio el último adiós.

Su culto se ha extendido prodigiosamente. Gregorio XVI lo declaró Beato el 1837. Fue canonizado por Juan XXIII en 1962. Recordaba el Papa, en la homilía de la canonización, las devociones en que se había distinguido el nuevo Santo: su profunda humildad que le hacía considerar a todos superiores a él, su celo apostólico, y sus continuos desvelos por atender a enfermos y necesitados, lo que le valió, por parte de todo el pueblo, el hermoso apelativo de "Martín de la caridad".

ORACIÓN A SAN MARTÍN DE PORRES

Señor Nuestro Jesucristo, que dijiste "pedid y recibiréis", humildemente te suplicamos que, por la intercesión de San Martín de Porres, escuches nuestros ruegos.
Renueva, te suplicamos, los milagros que por su intercesión durante su vida realizaste, y concédenos la gracia que te pedimos si es para bien de nuestra alma. Así sea.

ORACIÓN PARA PEDIR UN FAVOR 


En esta necesidad y pena que me agobia acudo a ti, mi protector San Martín de Porres.
Quiero sentir tu poderosa intercesión. Tú, que viviste sólo para Dios y para tus hermanos, que tan solícito fuiste en socorrer a los necesitados, escucha a quienes admiramos tus virtudes.

Confío en tu poderoso valimiento para que, intercediendo ante el Dios de bondad, me sean perdonados mis pecados y me vea libre de males y desgracias.
Alcánzame tu espíritu de caridad y servicio para que amorosamente te sirva entregado a mis hermanos y a hacer el bien.
Padre celestial, por los méritos de tu fiel siervo San Martín, ayúdame en mis problemas y no permitas que quede confundida mi esperanza.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

SANTO DOMINGO DE GUZMÁN


A este Santo Domingo de Guzmán (fundador de los Dominicos)  hubo que repararle una parte rota y pintarlo.  Manos a la obra, acá describo los pasos:
1)    Reparar y reponer partes de la imagen dañadas o faltantes (manos, dedos, pies, etc.), en este caso una parte de la capa y un lateral de la cabeza.



2)    Lijar todo muy bien con lijas de granos finos. Esta tarea puede llevar algunos días.

3)    Se le pasa goma laca incolora para sellar poros, por lo menos 3 manos.

4)    Con masilla epoxídica se le hacen algunos detalles para resaltar más la imagen. En este caso, se trabajaron un poco más los lirios para que resalten más.

5)    Se comienza pintando la base y se la protege con un film adherente.

6)    Como les digo siempre lo más lindo es  “pintar” y llegó ese momento. Varios recipientes con goma laca y los pigmentos naturales siempre a mano. La pintura se prepara de a poco ya que seca muy rápido y no es cuestión de desperdiciar los pigmentos. Recordar que algunos colores se forman por la superposición de colores más claros. Si se crea un color, no olviden de anotar sus proporciones, de lo contrario tardarán mucho en volver a conseguirlo, o lo que es peor deberán cambiar el color. Por cada color un mínimo de 4 ó 5 manos. Recomiendo empezar por los colores más claros.

7)    Una vez lista la pintura, vienen los retoques. Si se quiere se pone aureola, en este caso lleva una de metal plateado estilo antiguo.

8)    Cuando se pinta con pigmentos naturales puede obviarse el barniz final, aunque hay personas que igualmente le suelen pasar.



Te cuento un poco sobre la vida de este GRAN SANTO:

Nació en Caleruega (España), alrededor del año 1170. Estudió teología en Palencia y fue nombrado canónigo de la Iglesia de Osma. Con su predicación y con su vida ejemplar, combatió con éxito la herejía albigense. Con los compañeros que se le adhirieron en esta empresa, fundó la Orden de Predicadores. Murió en Bolonia el día 6 de agosto del año 1221.

Su padre, Félix de Guzmán, era noble acompañante del Rey. Su madre era la Beata Juana de Aza de quien Domingo recibió su educación primera. 

Cuando tenía seis años fue entregado a un tío suyo, arcipreste, para su educación literaria. A los catorces años fue enviado al Estudio General de Palencia, el primero y más famoso de toda esa parte de España, y en el que estudiaban artes liberales, es decir, todas las ciencias humanas y sagrada teología. El joven Domingo se entregó de lleno al estudio de la teología.


Eran tiempos de continuas guerras contra los moros y entre los mismos príncipes cristianos. Una gran hambre sobrevino a toda aquella región de Palencia. Domingo se compadeció profundamente de los pobres y les fue entregando sus pertenencias. En los oídos de Domingo martilleaban las palabras del maestro: "Un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado".  Llegó el momento que solo le quedaba lo que más preciaba, sus libros. Entonces pensó: "¿Cómo podré yo seguir estudiando en pieles muertas (pergaminos), cuando hermanos míos en carne viva se mueren de hambre?". Un día llegó a su presencia una mujer llorando y le dijo: "Mi hermano ha caído prisionero de los moros". A Domingo no le queda ya nada que dar. Decide venderse como esclavo para rescatar al esclavo. Este acto de Domingo conmovió a Palencia.

Domingo conmovió a la ciudad de Palencia de manera que se produjo un movimiento de caridad y se hizo innecesario vender sus libros o entregarse como esclavo. También surgieron vocaciones para la Orden que más tarde Domingo fundaría.

A los 24 años de edad, Domingo fue llamado por el obispo de Osma para ser canónigo de la catedral. A los 25 años fue ordenado sacerdote.


El Rey Alfonso VIII había encargado al Obispo de Osma, en 1203, la misión de dirigirse a Dinamarca a pedir la mano de una dama de la nobleza para su hijo Fernando. El Obispo acepta y como compañero de viaje lleva a Domingo. Al pasar por Francia, Flandes, Renania e Inglaterra, Domingo quedó preocupado al constatar la extensión de las grandes herejías, los cátaros, valdenses y otras herejías procedentes del maniqueísmo oriental. Estos negaban muchos dogmas de la fe católica, incluso la Redención por la Cruz de Cristo y los Sacramentos.

 En 1207 Domingo,con algunos compañeros, entre ellos el Obispo de Osma, se entrega de lleno a la vida apostólica, viviendo de limosnas, que diariamente mendigaba, renunciando a toda comodidad, caminando a pie y descalzo, sin casa ni habitación propia en la que retirarse a descansar, sin más ropa que la puesta.

Comprendiendo la necesidad de instruir a aquellas gentes que caían en las herejías, determinó fundar la Orden de predicadores, dispuestos a recorrer pueblos y ciudades para llevar a todas partes la luz del Evangelio. Funda centros de apostolado en todo el sur de Francia. Pero, reconociendo que para combatir las herejías era necesario una buena formación teológica, busca un doctor en teología que instruyera a la comunidad. Más tarde, uno de sus discípulos en la orden sería la lumbrera más grande que haya tenido la iglesia universal: Santo Tomás de Aquino.

Santo Domingo fue un gran amigo de San Francisco de Asís, a quien visito y abrazó efusivamente.


Santo Domingo poco después fundó la rama femenina de su Orden.


La misión de los dominicos, predicar para llevar almas a Cristo, encontró grandes dificultades pero la Virgen vino a su auxilio. Estando en Fangeaux una noche, en oración, tiene una revelación donde, según la tradición,la Virgen le revela el Rosario como arma poderosa para ganar almas. Esta tradición está respaldada por numerosos documentos pontificios.

El 21 de enero de 1217, el Papa Honorio III aprobó definitivamente la obra de Domingo, la Orden de los predicadores o Dominicos. 

En 1220 la herejía de los cataros y albigenses se había extendido por Italia. El Papa Honorio pone a Domingo a cargo de una gran misión. 
Murió en Bolonia el 6 de agosto de 1221.

Fue canonizado por Gregorio IX en 1234. El Papa dijo: "De la santidad de este hombre estoy tan seguro, como de la santidad de San Pedro y San Pablo".

Sto. Domingo le decía a su hermanos:

. Primero contemplar, y después enseñar.

. Predicar siempre y en todas partes.

Todos los días pedía a Nuestro Señor la gracia de crecer en el amor hacia Dios y en la caridad hacia los demás y tener un gran deseo de salvar almas. Esto mismo recomendaba a sus discípulos que pidieran a Dios constantemente.

Hacía estrictas penitencias:

. Temporadas de 40 días de ayuno a pan y agua.

. Siempre dormía sobre duras tablas.

. Caminaba descalzo por caminos irisados de piedras y por senderos cubiertos de nieve.

. Soportaba los más terribles insultos sin responder ni una sola palabra.

. Predicaba a pesar de estar enfermo.

. Nunca mostraba desánimo. Era el hombre de gran alegría y del buen humor.

Sus compañeros decían: "De día nadie más comunicativo y alegre. De noche, nadie más dedicado a la oración y a la meditación". Pasaba noches enteras en oración.
Sus libros favoritos eran el Evangelio de San Mateo y las Cartas de San Pablo. Siempre los llevaba consigo para leerlos día por día y prácticamente se los sabía de memoria. A sus discípulos les recomendaba que no pasaran ningún día sin leer alguna página de la Biblia.

NACIMIENTOS Y PESEBRES




Como les digo siempre a no dejar todo para último momento. Si bien falta bastante para la Navidad, las cosas bien hechas llevan su tiempo y más si tenemos a muchas personas a las que queremos regalar alguna pieza realizada por nosotros. 

En este artículo les enseño algo de pintura. Ya he hablado bastante de la pintura casera (hecha con goma laca y pigmentos naturales). Para mí es la más interesante ya que deja a las piezas con un brillo y una textura insuperable. Pero hoy vamos a hablar un poco de los acrílicos, tan conocidos y comercializados. El beneficio que rinden es que secan muy rápido, se pueden mezclar perfectamente bien entre sí y hay una gama de colores comerciales impresionante.

Hay que tener mucho cuidado al pintar con ellos, más que nada para que no se noten las pinceladas, cosa que desmerece totalmente el trabajo. Por eso yo suelo pintar con un pincel y repasar con otro seco, para alisar y esparcir mejor el acrílico.
Si le voy a dar 2 ó 3 manos a cada color (es lo recomendable), le paso una lija muy finita y en forma muy suave, sin ejercer presión entre mano y mano.



MUY IMPORTANTE: la pieza a pintar debe estar lijada perfectamente bien y sin polvo (para ello la limpiamos bien y le pasamos goma laca). Como les dijo siempre es una tarea tediosa, pero de ella depende la calidad de la imagen. A tener MUCHA  paciencia!!!!!.
Una vez terminada la pieza se barniza, mínimo 2 manos.


Dejen trabajar la imaginación y van a ver qué hermosos nacimientos son capaces de realizar.