viernes, 1 de febrero de 2013

RUMBO A MISA EN CARTAGENA. (Restauración).



Para los que piensan que el hacer solamente imágenes, acota las posibilidades de trabajo, les digo QUE NO ES ASÍ. Y como dice el refrán: “para muestra basta un botón”, publico lo que mi amiga Maruja Maier de Marín de la ciudad de Oberá, Misiones, Argentina, me trajo para restaurar. Ella le guarda mucho cariño a este autito y una vez limpiando… al suelo. Por suerte guardó la mayoría de las piezas y como digo siempre, “NO TRATÓ DE PEGAR NADA”, esto es un gran beneficio a la hora de restaurar, porque de lo contrario el trabajo es doble (despegar lo que por lo general no fue bien pegado, lleva mucho tiempo y se corre el riesgo de tener que romper ciertas partes sanas de alrededor).

Cuando ya se van adquiriendo técnicas, es mucho más fácil restaurar, por eso les insisto siempre en practicar mucho y a no desesperarse si las cosas no salen bien de entrada, NADIE NACIÓ SABIENDO…NI CON PACIENCIA, por eso estas dos cosas hay que irlas adquiriendo de a poco. Santa Teresa de Jesús decía: “La paciencia todo lo alcanza” y es verdad.

Para esta restauración usé masillas epoxídicas, yeso betalfa y pinturas sintéticas brillantes que eran como las que me comentó Maruja que tenía hace unos años el autito. 

Los pasos fueron los siguientes (y son válidos también para restaurar una imagen religiosa):

    1) Con todas las partes (o las que hayan quedado) armar, como si fuera un  “rompecabezas o puzzle”  la pieza rota. Mientras tanto se le pasa alcohol para desengrasar bien las partes sueltas.

      2)  Ir evaluando lo que está sano, de lo que está roto y de los faltantes.

      3) Con masilla epoxídica, unir y moldear las partes que falten, dejar secar muy bien.

     4) Anotar en un papel, haciendo algún dibujo simple, los colores originales de la   pieza, porque una vez que hagamos el siguiente paso ya va a ser casi imposible ver los colores originales.

      5) Pasar por lo menos dos manos de enduído y entre ellas un buen lijado con lijas de 2 granos finos diferentes.

      6) Fijar en enduído lijado con goma laca.

      7)  Empezar a pintar siguiendo el patrón anotado con los colores originales.










Una vez finalizado el trabajo se lo puede barnizar o no, en este caso como se usó pintura sintética brillante no hizo falta.
Qué alegría ver la cara de Marujita cuando se lo entregué, no lo podía creer…y yo tampoco.

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