sábado, 1 de junio de 2013

SAN CRISTÓBAL



Esta imagen de San Cristóbal la he realizado con la técnica de telas encoladas y masillas epoxídicas. Fue hecha para una capilla de mi diócesis que lleva el nombre del santo ¿Cómo se hace? te lo cuento ahora por si no leíste algún trabajo anterior:

  



1) Se parte de un soporte (que puede ser de alambre, madera, plástico, cartón, telgopor, etc.) En este caso, he partido de una base de madera de ciprés a la que le fui haciendo con piedras y yeso piedra, el contorno de la misma y el agua. Fijé con alambres y tornillos las piernas y el cuerpo del mismo a la madera. Esto tiene que quedar bien fuerte ya que va a soportar en un lateral al Niño Jesús. Se le van marcando las partes del cuerpo. TENER EN CUENTA LAS PROPORCIONES! Aunque las historias nos dicen que san Cristóbal era un gigante de grande, lo haremos corpulento, pero armónico.

     

 


2) Si hiciera falta, se van añadiendo pequeñas almohadillas con algodón para darle volumen a las partes del cuerpo. Como es un varón, le damos un poco más a la caja torácica y a la espalda y menos para las caderas. Se pinta la cara y las manos. Se añaden las cabezas y las manos. Se las fijan con masilla epoxídica. El Niño Jesús se ubica al final del trabajo. Se pinta la base imitando suelo pedregoso y se remarca el río por donde va a transitar el santo y se le da varias manos de barniz. Se la protege con papel adherente para que no se ensucie.

  
  
3) Se sigue con la cabeza y las manos (en este caso de los dos: San Cristóbal y el Niño Jesús). Vamos pensando cómo va a ir ubicada la ropa (para esto es preciso ver estampas para que sea más real) y las actitudes de la imagen (esto lleva bastante tiempo). Se va pensando en todos los detalles que se le quieren hacer (ubicación de las manos, de los pies, bastón, manto, etc.).

  
  

4) Se diagrama la vestimenta de San Cristóbal y el Niño Jesús en tela de algodón o lino (NO SINTÉTICO) y se le pasa una mezcla de cola de carpintero, tiza, enduído y colorantes. Por lo menos 2 manos. Dejar secar muy bien entre tela y tela, lo mismo cuando se pinta, DEJAR SECAR MUY BIEN ENTRE MANO Y MANO. Mucha PACIENCIA a la hora de anexar el ropaje del Niño. PRIMERO SE VISTE al santo. Lo repito para que no se les complique.

  

  



  

  

5) Lo adherimos muy bien al cuerpo y lo dejamos secar. Nos vamos a ayudar haciendo algún “andamio” con palitos, hilos, etc. Para que fragüe todo en el lugar correcto. Sacar el papel adherente de la base y seguir decorando con otros detalles (aureola, cinturón, manto, etc.). Retocar con pigmentos al tono las marquitas que hubiéramos dejado y todo el perfilado es retocado con dorado y otros colores para crear sombras.
  


ELPASO A PASO:



   


Breve historia de este santo


Cristóbal significa "el que carga o portador de Cristo".

Procede del griego CristojoroV (Jristophoros) o CristobaloV (Jristóbalos), que significa en ambas formas, portador de Cristo. Es éste un nombre en el que como en otros grandes (Jorge, p. ej.) la leyenda se ha superpuesto a la historia por tener mucha más fuerza que ésta. Lo cierto es que ha sido la fuerza de la leyenda la que más lo ha potenciado, dándole una vitalidad incontenible. Eso ha hecho que la difusión del nombre haya crecido en paralelo con la leyenda y con los amuletos a que ésta ha dado lugar. Fueron, en realidad, los cruzados los que lo introdujeron en Europa, importado de la Iglesia oriental. Pero desde entonces, en mayor o menor medida, no ha dejado de utilizarse comúnmente. Patrón antaño de los arrieros, luego de los camioneros y hoy de todos los conductores, en san Cristóbal se sintetiza la conciencia de responsabilidad de todos ellos.


La imagen de san Cristóbal en millones de coches y camiones (las motos tendrían que hacerle también un sitio al santo) es como un Ángel de la Guarda que nos aconseja prudencia. He aquí la leyenda que dio lugar a este especial culto y veneración de san Cristóbal: cuando era un problema atravesar los ríos, porque había muy pocos puentes, uno de los oficios era el de porteador: por el pago de una cantidad, había hombres corpulentos y robustos que pasaban a la gente de una orilla a otra. Ese era el oficio de san Cristóbal. Era tan buena persona que no negaba a nadie el servicio aunque no le pudiera pagar. Y ocurrió que una de las veces que le pidió un pobre que le pasase a la otra orilla, notó san Cristóbal que no le pesaba nada, que iba más ligero que si no llevase al pobre a hombros. Al dejar al pasajero en la otra orilla, éste le dijo que era Jesús, y se manifestó a él como en la Transfiguración, en premio por su continuada generosidad.


San Cristóbal de Licia es el gran mártir en torno al que se forjó la leyenda del gran patrón de los conductores. Era cananeo de origen. Sirvió en el ejército romano bajo el emperador Gordiano. En tiempo del emperador Filipo se convirtió Cristóbal al cristianismo. Tan convencido estaba con su nueva fe, que abandonó el ejército y desde su humilde oficio de porteador (aquí es donde interviene la leyenda) se dedicó a difundir el Evangelio. Durante la persecución de Decio fue encarcelado. Con la intención de hacerle renegar de su fe, le pusieron sobre ascuas encendidas mientras le rociaban con aceite al tiempo que le asaeteaban. 

En vistas de que ni así se rendía, para acortarle los sufrimientos le decapitaron. La iconografía del santo data de principios del siglo X. En la representación más popular aparece, con estatura agigantada, atravesando un río con el Niño a hombros, cuyo peso le hace vencerse, y llevando el tronco de un árbol como bastón. Se han inspirado en la leyenda de san Cristóbal Van Eyck, Witz, Memling, Durero, Alonso Berruguete, Rubens y Ribera. San Cristóbal es un Santo muy popular, y poetas modernos, como García Lorca y Antonio Machado, lo han cantado con inspiradas estrofas. Su efigie, siempre colosal y gigantesca, decora muchísimas catedrales, como la de Toledo y la de Sevilla, y nos inspira a todos protección y confianza.


Los que lucen este bello nombre, que no necesita mayores encomios, celebran su onomástica el 10 de julio.

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