domingo, 26 de marzo de 2017

El hábito Carmelitano.





AUTOR: P. Óscar I. Aparicio, Archivero General OCD


Nuestro hábito es de color marrón. Marrón carmelita que es una coloración que puede ser clara, acanelada, pardo bermejiza o pardusca.
 Los Carmelitas, con nuestro hábito, hemos dado origen a una variedad del propio color marrón.

Al principio y en el Monte Carmelo los primeros monjes vestían una túnica de lana "vulgar", no tintada; y un escapulario que comprendía también la capucha.
No eran tres prendas, como son ahora, sino dos. 

También tenían una capa de lana muy rudimentaria y que estaba barrada. La capa estaba cerrada completamente y sin capucha hasta que en 1287 se dispuso que se abriera, para mostrar el escapulario.

La túnica marrón mostraba la penitencia del fraile que lo llevaba; el escapulario era el yugo y la cruz de la obediencia y la capucha, algo propio de los niños, mostraba la vida de inocencia que debían tener los frailes. 

Posteriormente el escapulario pasó a ser símbolo de pertenencia y de protección de la Virgen María.

La capa barrada con siete barras, 4 blancas y 3 negras. Se puede referir a los siete dones del Espíritu; o las tres virtudes teologales y las cuatro cardinales; o que las barras negras eran las quemaduras que sufrió la capa de Elías cuando era llevado en un carro al Cielo... Blanco de pureza y negro de penitencia.

La capa barrada cuando los Carmelitas entraron en Europa provocó las risas. Ya que era, como lo sigue siendo, una vestimenta, más de presidarios que de frailes... Así que cambiaron su capa barrada por la blanca en el Capítulo de Montpellier (1287).






Para nosotros los Descalzos el primer hábito, según la tradición, fue realizado por Santa Teresa de Jesús y sus monjas, y el primero en vestirlo fue San Juan de la Cruz en Duruelo y en 1568.

El hábito era el mismo que el de los Carmelitas, pero más estrecho y con la tela más basta. Símbolo de una vida más estrecha, en mayor penitencia.

Y al principio sin calzado (de ahí el nombre de Descalzos), luego unas simples alpargatas de esparto y ya en la Congregación Italiana y desde 1605, sandalias de cuero cerradas en los talones.

Los hermanos legos o conversos usaban el mismo hábito más corto y sin capucha y no llevaban capa blanca sino oscura.

Aunque poco a poco tendieron a vestir de la misma forma padres y hermanos y ya en 1927 visten con el mismo hábito y la misma capa.


Sirvan estas pocas letras para conocer la historia del hábito con su característico color marrón carmelitano.

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